Hay diversidad de hábitos o costumbres que suelen traer graves consecuencias al vehículo, en ocasiones se suele creer que desconocer el funcionamiento del coche es común y que no genera problemas puesto que con consultar a un mecánico en algunas oportunidades es suficiente, pero es precisamente ese desconocimiento lo que lleva a que el vehículo no funcione de la mejor manera porque indudablemente llevará a que se cometan errores o se adopten malas costumbres que afectan el vehículo.
Que el coche tenga algún tipo de avería y no se sepa reconocer puede resultar fatal, no solo se compromete la integridad del coche sino que además se pone en riesgo la vida misma, en pro de comenzar a mejorar los hábitos de conducción y erradicar algunos que pueden afectar al vehículo a continuación se desglosan algunos de esos hábitos perjudiciales.
Cambio tardío de los neumáticos.
Que los neumáticos se desgastan para nadie es un secreto, pero hay quienes creen que ignorando esto por un tiempo y extendiendo el uso de estos aun cuando están desgastados les ahorrará un dinero y no les traerá mayor inconveniente, pero la verdad es que no hay nada más riesgoso que conducir con unos neumáticos en mal estado puesto que son más propensos a derrapes o hasta pincharse en el momento menos indicado.
Incluso no medir la presión adecuada de estos puede llevar a que el neumático explote ocasionando así un accidente, así que lo más conveniente es revisar periódicamente el estado en que se encuentran los neumáticos.
Revoluciones inadecuadas del motor.
En este punto existen dos caras de la moneda, están quienes revolucionan el motor de forma excesiva en especial sin esperar que este caliente un poco y hay conductores que no revolucionan el motor nunca, son demasiados pasivos lo que también les puede generar inconvenientes.
En el primero de los casos, al revolucionar un motor frio indiscutiblemente se estará forzando lo que aumentará sus probabilidades de desgaste y presentar fallas más adelante, por eso lo más idóneo es esperar a que el motor adquiera cierta temperatura para poder dar acelerones, en el segundo de los casos, los motores a diesel por ejemplo necesitan ser revolucionados agresivamente en ocasiones, de lo contrario se favorecerá la generación y acumulación de partículas que terminará por dañarlo.
Ignorar el cambio de los Filtros de aceite.
Estos pequeños filtros son los encargados de depurar el combustible que entra al motor, evitan la acumulación de partículas, así que ignorar o irrespetar el periodo de cambio del aceite y de los filtros es fatal, los aceites por su parte evitan la fricción forzada de las piezas de metal que están próximas entre sí, si no se realiza el cambio adecuado estas pieza se desgasten rápidamente.
Mal uso de los frenos.
Este factor también tiene dos visiones, por un lado está el uso excesivo de los frenos en especial cuando se encuentran en descenso esto traerá como consecuencia la disminución de la duración de los discos de frenos, lo ideal no es mantener el pedal del freno presionado hasta el fondo en el descenso lo que debe hacerse es realizar un cambio de velocidades adecuadas para liberar un poco la carga de los frenos.
La otra visión de este problema está en el caso de quienes no les gusta hacer uso de los frenos muy a menudo, estas personas pasan a gran velocidad por huecos, badenes, trayendo así consecuencias en la suspensión, así que antes de pasar por estos lugares lo ideal es frenar un poco y pasar a una velocidad moderada.
Apreciación final.
Conducir con la reserva de combustible, mal uso de la palanca de cambio, no limpiar el coche, son otros malos hábitos que afectan el vehículo, en general lo ideal es erradicar estos malos hábitos y darle al mantenimiento periódico del coche la importancia que merece, puesto que de ello depende la seguridad de quien se encuentre dentro de dicho vehículo.