A lo largo de nuestra vida, lo más probable es que cambiemos de coche varias veces, unas por desgaste del propio vehículo u otras por necesidad. Si por ejemplo, hemos encontrado trabajo lejos de nuestra vivienda, o simplemente hacemos muchos kilómetros al año por nuestras propias circunstancias personales. En este caso, sí sería recomendable adquirir un vehículo de gasóleo. ¿Por qué?, pues debido a los kilómetros que vayas a realizar. Hace unos años, la fiebre del diésel se instaló en nuestro país. Debido a la gran diferencia de precio con respecto a un carburante de otro, la gente se lo pensaba dos veces antes de adquirir un coche gasolina.
Pero hoy esa realidad ha cambiado. Desde enero de 2016 hasta junio, se han registrado en nuestro país un menor número de matriculaciones realizadas a coches diésel ¿por qué ha pasado esto?
Los motores gasolina ya no son lo que eran, han mejorado mucho su eficiencia y disminuido el consumo, aunque también es cierto que consumen más que los motores diésel. Según los expertos un coche diésel es rentable solo cuando se vayan a realizar con él más de 200.000 kilómetros a lo largo de su vida, ya que por lo general son más caros.
Existen otros detalles que hay que tener en cuenta, por ejemplo los seguros, sellos y reparaciones de los coches diésel son más caros que los coches gasolina, esto unido a que la diferencia del precio de la gasolina y del diésel no es tan grande, ha hecho que los conductores se replanteen sus prioridades a la hora de comprar un nuevo vehículo.
¿Y qué ocurre con el coche eléctrico?
El coche eléctrico supone una gran conciencia con el medio ambiente, aunque los expertos afirmen que el coche eléctrico es el futuro, parece que este futuro todavía queda algo alejado. El precio y la autonomía son los principales problemas de un coche eléctrico, ya que por lo general son coches caros y su autonomía no les permite realizar viajes muy largos.
