Si en la pasada entrada os hablábamos de las apps que las distintas petroleras ponían a disposición de sus clientes, esta semana, desde Global Estaciones de Servicio, queremos hacer un repaso por la principal estrategia de fidelización de las compañías: la tarjeta de cliente. Viajes, descuentos y premios son algunas de las ventajas para el cliente, pero, ¿Qué beneficios obtiene la empresa?.
Las tarjetas cliente no son nuevas en el mundo de las petroleras, ya que además de agilizar la rapidez del proceso de pago, mejoran la relación entre la empresa y el cliente. Es el caso de muchos empresarios y autónomos, que precisan de información detallada de sus repostajes, pero en ocasiones no pueden esperar a recibir una factura pormenorizada. Si estos clientes están en posesión de una tarjeta electrónica, el empresario dispone de los datos del cliente sin necesidad de que éste se detenga en el camino.
Al mismo tiempo, el empresario obtiene claros beneficios, ya que este tipo de tarjetas les permite poseer una base de datos actualizada al segundo con ingresos, pudiendo realizar todo tipo de mapeo de los datos, estadísticas, rankings de fidelidad, etc. Con todos estos datos, es fácil para el empresario conocer cuáles son aquellos clientes que debe cuidar especialmente, quizá premiando su confianza en el servicio con algún premio u ofreciendo servicios extra como lavados gratuitos, descuentos, etc. De esta forma se logra una fidelización de aquellos clientes que interesan a nuestro negocio, logrando mejorar la comunicación y el vínculo entre negocio y consumidor.
Entre las principales petroleras que ofrecen este tipo de tarjetas encontramos a la británica BP, que ofrece un sistema de puntos en su tarjeta de modelo básico; si además se dispone de la Visa BP, los clientes disponen de hasta un 8 % de descuento en cada repostaje en sus instalaciones. Del mismo modo, la española Repsol ofrece también una tarjeta descuento que puede adquirirse de forma gratuita en sus estaciones de servicio y que promete un 2 % de descuento en repostaje y hasta un 5 % en sus tiendas y estaciones de lavado. Repsol también dispone, cómo no, de una modalidad de tarjeta de crédito asociada a sus productos y que puede adquirirse con cuentas asociadas a BBVA y La Caixa. La tarjeta de crédito agiliza el proceso de pago y promete descuentos de entre 3 y 5 céntimos por litro, dependiendo del tipo de carburante que se reposte. La letra pequeña, sin embargo, nos advierte de que la tarjeta tiene un costo de 45 euros anuales a partir del segundo año.
Cepsa, por su parte, propone un sistema muy parecido al de Repsol, con descuentos que ascienden hasta los casi 10 céntimos por litro en el caso de sus mejores clientes, es decir, aquellos que repostan más de 4.000 litros al mes. Su solicitud es gratuita y puede visitarse la web www.tarjetascepsastar.com para acceder a un módulo virtual en el que controlar todos los aspectos de la misma.
Por su parte, las gasolineras low-cost, así como aquellas que dependen de grandes superficies como Carrefour y Alcampo aúnan sus tarjetas de compra y ofrecen al mismo tiempo descuentos en sus establecimientos. La francesa Carrefour propone una acumulación de hasta un 8 % de la cantidad que repostes. Sin embargo, la letra pequeña exige que este dinero se gaste únicamente cada trimestre y que además se haga en los supermercados de la cadena, con lo que al final todo queda en casa.
