La cadena de restauración ha fracasado en su intento de convertir a la principal petrolera española en uno de sus mayores franquiciadores de la Unión Europea.
Hace ahora dos años, el grupo de comida rápida anunció junto a Repsol una alianza para estar presentes en cerca de 150 gasolineras en un plazo de cinco años, pero los resultados a la mitad de dicho periodo son bastante menos alentadores de lo esperado.
La operación comenzaba en diciembre de 2011 con cinco restaurantes en Madrid, pero transcurridos más de dos años, con prácticamente la mitad del tiempo del acuerdo transcurrido, los resultados han sido muy dispares y han hecho que la marcha de esta alianza, calificada en su momento de «histórica», haya quedado en poco menos que una prueba piloto.
La cadena de restauración apenas cuenta con 13 restaurantes y los resultados de los mismos resultan dispares, según indicaron fuentes consultadas por este diario.
La alianza implicaba una inversión de 50 millones de euros y la creación de 1.500 empleos, que por el momento parece que tendrán que esperar.
Por contra, las estaciones de servicio Repsol, Campsa y Petronor se han adaptado en este periodo a las necesidades de sus clientes, y han habilitado espacios de restauración en sus propias instalaciones.
En 2011, la petrolera también apostó por crear zonas exclusivas para Disney que hoy se mantienen con gran éxito y presencia en las estaciones de servicio de la compañía. La Zona Disney ofrece productos como DVD, libros o pequeños juguetes.
La petrolera ha mantenido alianzas con otros grupos como El Corte Inglés, Nesspreso, la Once o Telepizza para reforzar las ventas de sus estaciones de servicio que son una parte importante de los ingresos.