Fabricación sintética de combustible en la Segunda Guerra Mundial

Fabricación sintética de combustible en la Segunda Guerra Mundial

¿Sabías que el 90% del combustible usado por las fuerzas armadas alemanas durante la Segunda Guerra Mundial era de origen sintético?. Hoy en el blog de Global Estaciones de Servicio, hacemos un repaso a los datos más curiosos en la historia de los combustibles, y es que la historia está llena de detalles sorprendentes como este. En este artículo vamos a sumergirnos de lleno en la Segunda Guerra Mundial teniendo como marco el tema que nos interesa, el combustible: ¿cómo lo sintetizaban y cuál era su uso?.

Fabricación sintética de combustible en la Segunda Guerra Mundial
Fabricación sintética de combustible en la Segunda Guerra Mundial

La falta de petróleo era uno de los puntos débiles de Alemania. Las refinerías alemanas tenían una importancia extrema para la economía alemana durante la guerra, y en particular para la producción del carburante de aviación, ya que, gracias a estos carburantes sintéticos se pudo mantener a la fuerza aérea alemana operativa hasta la rendición.

Podemos destacar dos tipos de procedimientos para obtener hidrocarburos: el proceso Bergius y el proceso Fischer-Tropsch. Ambos procesos tenían un objetivo común: sintetizar combustible con los menos recursos posibles. Vamos a tratar cada uno de estos procesos  detenidamente.

El Proceso Bergius

Fue creado por el químico alemán Friedrich Bergius,  el cual fue galardonado con el Premio Nobel de Química en 1931. Su labor fue crear un procedimiento para producir carburantes por hidrogenación del carbón a elevadas temperaturas y presiones. Dicho proceso de hidrogenación se también se aplica en la producción de gasolina sintética. El legado de Bergius se usa donde los recursos de petróleo son escasos, y utiliza carbón y alquitrán de hulla como materias primas.

El carbón, mezclado con un aceite pesado, se aplasta hasta convertirse en una pasta fina y se calienta con hidrógeno sometido a alta presión en presencia de un catalizador compuesto por sulfuros metálicos. El aceite resultante vuelve a hidrogenarse, y en una tercera hidrogenación se obtiene gasolina. Una tonelada de carbón produce unos 300 litros de gasolina.

En definitiva, el proceso Bergius es proporciona hidrocarburos para reactores y motores diésel así como gasolinas. En el transcurso de la segunda Guerra Mundial,  Alemania obtenía el 70% del combustible para sus aviones por éste método.

Proceso Fischer-Tropsch

Fue denominado así por sus descubridores, los químicos alemanes Franz Fischer y Hans Tropsch. Se utilizó en la década de 1930, para producir petróleo sintético y diesel. Para este proceso se utiliza una mezcla de monóxido de carbono e hidrógeno con un catalizador que contiene níquel, cobalto o hierro con óxidos de magnesio, manganeso y torio. Este proceso se usa hoy en día para producir la materia prima utilizada en la fabricación de grasas y jabones sintéticos.
Debido a los avances de los alemanes en el campo de la sintetización de combustible, entre 1944 y 1945, las plantas alemanas fueron bombardeadas por los aliados, ya que fueron consideradas como objetivo estratégico de gran importancia. Muchos de los científicos alemanes que habían trabajado bajo estos procesos tratados en este artículo, fueron capturados por los americanos, siendo varios de ellos enviados a trabajar a Estados Unidos a la Operación Paperclip, la cual consistía en sacar de Alemania  a científicos especializados en cohetes, armas químicas y medicinas después de la Segunda Guerra Mundial.

Se calcula que unos 700 científicos alemanes y sus familias fueron trasladados a EE.UU. como resultado de dicha operación.
A día de hoy, estos procesos, están teniendo cierta repercusión, debido a la crisis energética del sector de los combustibles fósiles. Aunque desgraciadamente, para esto el factor económico es clave, ya que actualmente, es más caro obtener combustibles sintéticos que obtenerlos del petróleo.

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