Subida extraordinaria del precio del petróleo

Subida extraordinaria del precio del petróleo

Tras un pasado año en el que precio del crudo rozó mínimos nunca vistos en las últimas décadas, parece 2016 se convierte en el año de la revalorización del mismo, ya que su subida acelerada ha dejado la cotización muy cercana a su máximo anual durante esta pasada semana. El resultado no se ha hecho esperar en los surtidores y el gasóleo ya vuelve a marcar un precio de más de un euro por litro en la mayoría de estaciones de servicio.

Subida extraordinaria del precio del petróleo
Subida extraordinaria del precio del petróleo

Los datos parecen contradecir al nuevo record en las reservas de crudo estadounidense, que suelen marcar el compás de los movimientos del precio del barril durante los últimos años. El precio en el barril West Texas, de referencia al otro lado del Atlántico y espejo en el que se miran el resto de cotizaciones se alzó la pasada semana por encima de los 45 dólares, mientras que el Brent europeo le seguía a la zaga más allá de los 46 dólares por barril.

Estos nuevos precios son aún más crudos si tenemos en cuenta que el pasado mes de enero el barril rondaba los 27 dólares, algo que ha funcionado como un revulsivo inmediato para el precio final de la gasolina en los bolsillos de los consumidores, que ven volver a las gasolineras precios que no se veían desde el desplome del precio del crudo hace unos dos años.

Los motivos aducidos por los expertos para explicar este súbito cambio en la tendencia son variopintos: desde la guerra civil Libia, que ya arrastra el conflicto más de cinco años, y que mantiene mermada su producción de crudo; como un incendio en Canadá, que al parecer ha detenido la producción en el estado de Alberta, uno de los puntos neurálgicos de la extracción de crudo en el norte del continente americano.

Al mismo tiempo, se apunta a un frenazo en seco de los sistemas no convencionales de extracción, como la fracturación hidráulica, cuyo coste de producción por litro es mucho mayor que el de los sistemas tradicionales, y que según muchos expertos es el principal causante de esta bajada, ya que había logrado crear un exceso de producción en el mercado, impulsando la demanda de petróleo tradicional a la baja.

Según apuntábamos desde el blog de Global Estaciones de Servicio en entradas anteriores, gran parte de la prensa económica internacional especulaba con la idea de que estos nuevos sistemas no convencionales eran la principal pesadilla de los países productores tradicionales, coaligados en la OPEP, un organismo capaz de fijar el precio del barril mediante el control del número de barriles producidos. La idea es que Arabia Saudí habría ‘vertido’ una producción exagerada de barriles a fin de hundir la demanda, logrando eliminar a su competencia en el primer consumidor de petróleo del mundo: Estados Unidos, que en los últimos años habría visto cómo diferentes avances tecnológicos han permito permitido al país alcanzar cierta autarquía petrolífera – eso sí, con unos costes de producción mucho mayores-.

La salvaje bajada del precio del barril durante el pasado año y el comienzo de éste habría logrado convertir en deficitaria la industria de la extracción no convencional de petróleo, dejando de nuevo a la todopoderosa industria norteamericana en manos de las reservas subterráneas tradicionales de países miembros de la OPEP como única fuente de abastecimiento. Por su parte, Estados Unidos  también ha resultado beneficiado de algún modo, ya que ha visto cómo sus principales enemigos geopolíticos, Rusia y Venezuela –dos economías  dependientes del petróleo- veían su poder sumamente debilitado.

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